La Inteligencia Emocional

Sitio dedicado al estudio de la inteligencia emocional. Guía para mejorar nuestra salud mental y sicológica, disminuir el estres, aumentar la felicidad y el bienestar.

10:56

Esclavitud y Libertad

Publicado por Gonzalo Hernandez |

Estamos obligados y empezamos a estar preparados para atrevernos a cambiar, atrevernos a pensar, a mejorar, a crecer y atrevernos a hacer el necesario esfuerzo para ello. Deberemos dejar atrás las presiones del miedo y del odio que históricamente han sido los arquetipos de defensa de nuestra personalidad. La libertad emocional nos permite abrir nuevas ventanas psicológicas al cambio, a la evolución y, en definitiva, al desarrollo personal y colectivo, rompiendo las cadenas de la esclavitud a la emocionalidad negativa, basada en el miedo y el odio a lo que se desconoce. Nos permite entender más de forma sana a los otros y a ser mejor comprendidos por ellos.

La libertad emocional no es libertinaje, no es sentir y expresar de cualquier manera lo primero que sentimos o que viene a cuento. La libertad emocional no es descontrol ni represión; esto es, precisamente, la esclavitud emocional. La educación de las emociones implica control, entendido como dominio de sí mismo, es decir, estabilidad emocional positiva que en ningún caso debe entenderse como represión. Libertad emocional es el empleo racional de nuestros propios recursos y herramientas psicológicas para ayudarnos a superar una situación que compromete y tensa nuestras emociones, y mejorar las condiciones en las que nos enfrentamos a ella, resolviéndola de forma armoniosa y respetuosa con nosotros mismos y con los demás. Es el desarrollo de las habilidades personales para superar nuestras creencias autolimitado-ras y nuestros automensajes negativos. Es ayudar a superar una situación y mejorar las condiciones en las que nos enfrentamos a ella. La libertad emocional es un logro que nos aleja del ojo por ojo, es una conquista personal fruto de un esfuerzo de aprendizaje que todos tenemos el derecho, pero también el deber, de realizar, puesto que no sólo ayuda a nuestro crecimiento personal, sino también a una mejor convivencia con los demás. Es decir, la libertad emocional no significa tratar de ser feliz a cualquier precio y a cualquier coste, sino que implica un proceso de crecimiento junto a los otros, y no contra ellos. Es el equilibrio entre los derechos y los deberes humanos o, lo que es lo mismo, es una libertad para ser más humanos, para evolucionar en la dirección que nos aleja de nuestra prehistoria emocional que tanto dolor, daño y sufrimiento nos ha causado. Sin duda, es necesario subir a otro nivel de administración de nuestra realidad.

De abajo arriba

Históricamente los procesos educativos han sido dictados de arriba abajo, es decir, del grupo hacia el individuo, en lugar de venir del esfuerzo de potenciar a la persona a sentir y expresarse libremente en un contexto de mayor armonía y respeto por los demás. La educación de las emociones que nos hace más libres implica la educación de uno para la colectividad o, lo que es lo mismo, de abajo arriba. No es sometimiento, es libertad para expresarse y crecer en el respeto y la convivencia en mayor concordia.

Ahora sabemos, mucho mejor que antes, lo que deseamos, y conocemos formas de aprender y enseñar a vivir y a convivir mejor. Ésta puede ser la hora de empezar a practicar.

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