La Inteligencia Emocional

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Signos de alarma y síntomas para la derivación

Publicado por Gonzalo Hernandez |

En el recién nacido y hasta las edades preescolares, deben tenerse en cuenta las características temperamentales tales como manifestar reacciones muy intensas y desmesuradas, dificultades de adaptación a los cambios, humor triste o colérico. Apartarse temerosamente y de forma sistemática de lo desconocido, responder con lentitud, aferrarse a la madre u otro adulto también se consideran factores de riesgo posteriores y deben ser tenidos en cuenta como signos de alarma.

En la infancia y en la adolescencia hay ciertos casos bien conocidos por la mayoría de los adultos que se relacionan con ellos, como es el caso de los posibles síntomas de retraso mental (retraso en el desarrollo psi-comotor o del lenguaje o dificultades de aprendizaje), trastornos de la eliminación (accidentes enuréticos en niños mayores de 5 años o encopréticos en mayores de 4 años) o des (durante más de seis meses). Pero, hay otros de los que se tiene menor conocimiento:

• Trastornos afectivos:

— Estado de ánimo irritable, mal humor, agresividad.

— Sentimientos negativos: culpabilidad, insatisfacción, inferioridad, inseguridad, fracaso, desesperanza, desilusión...

— Desmotivación. Reducción de actividades y de intereses.

— Cansancio persistente.

— Empeoramiento del rendimiento académico.

— Insomnio (inicial, medio o terminal) o somnolencia.

— Pérdida del apetito y adelgazamiento.

— Pesimismo, apatía, aburrimiento.

— Tristeza. Llanto frecuente. Inestabilidad y variabilidad emocional.

— Manifestaciones de baja autoestima, de pensamientos negativos (sobre él/ella mismo/a, los otros, el futuro, la vida).

— Retraimiento, aislamiento social.

— Ideas de muerte o de suicidio.

— Quejas somáticas.

— Euforia excesiva. Locuacidad y descontrol general excesivos.

• Trastornos de ansiedad:

— Ansiedad y tensión en general frente a circunstancias concretas y persistentes (ir a la escuela, estar solo, ir a dormir).

— Miedos excesivos e injustificados.

— Rechazo a situaciones no familiares y vinculación excesiva a la familia.

— Quejas somáticas, activación vegetativa y tensión muscular.

— Resistencia a las relaciones sociales o a nuevas relaciones

— Perfeccionismo, preocupación excesiva por los rendimientos, evaluaciones o resultados, etc.

— Preocupación excesiva, con dificultad para dejar de pensar en cosas concretas o de realizar conductas repetitivas que pueden causar ansiedad o malestar significativo.

— Comprobaciones innecesarias o realización de rituales absurdos.

— Preocupación excesiva por el orden, limpieza, simetría, enfermedades y/o infecciones.

• Trastorno por déficit de atención - hiperactividad:

— Impulsividad: actuaciones irreflexivas. No prever las consecuencias del propio comportamiento.

— Dispersión: dificultades importantes de concentración y atención.

— Dificultades para perseverar en una misma actividad.

— Movimiento excesivo. Cambios de actividad frecuentes y sin sentido.

• Trastornos de conducta:

— Comportamiento oposicionista, desafiante, desobediente y hostil.

— Absentismo escolar. Novillos.

— Agresiones físicas frecuentes.

— Robos.

— Fugas.

— Mentiras frecuentes.

— Conductas sexuales inadecuadas.

— Crueldad con los animales.

— Jugar con fuego.

— Consumo de tóxicos.

• Trastornos de la conducta alimentaria:

— Pérdida de peso y restricción alimentaria.

— Preocupación excesiva y/o rechazo del propio cuerpo.

— Preocupación persistente por perder peso.

— Amenorrea: pérdida de la menstruación.

— Uso de laxantes. Provocación de vómitos.

— Irritabilidad, tristeza, susceptibilidad.

— Retraimiento social progresivo.

— Incremento de la actividad física.

— Molestias gástricas.

— Comer compulsivo y desordenado.

• Abuso de sustancias tóxicas:

— Pérdida de peso.

— Fatiga crónica.

— Tos crónica, congestión respiratoria y ojos rojos.

— Deterioro de la higiene personal.

— Constipación.

— Apatía y malestar generales.

— Deterioro de la memoria, la atención y la concentración.

— Cambios muy frecuentes de humor (euforia-tristeza).

— Baja autoestima, sentimientos de culpa, menosprecio hacia sí mismo.

• Trastornospsicóticos (esquizofrenia):

— Retraimiento, pasividad, así como introversión excesiva.

— Sin amigos íntimos. Evitación de actividades de grupo.

— Quejas somáticas.

— Deterioro del funcionamiento académico, social, familiar y personal.

— Aparición de intereses por cuestiones abstractas, filosóficas, religiosas, políticas y similares.

— Discurso verbal inusual y desorganizado. Ideas raras.

— Comportamientos extravagantes (hablar solo, negativa a salir de casa y otros).

— Manifestaciones afectivas anormales. Aplanamiento afectivo.

— Delirios y alucinaciones.

• Rasgos de personalidad disfuncionales (adolescentes):

— Patrón persistente de comportamientos que son exageradamente emocionales y/o manipuladores.

— Protagonismo excesivo y demandas de atención frecuentes.

— Dependencia exagerada de otros.

— Evitaciones sistemáticas de situaciones sociales nuevas.

— Importante dificultad para adaptarse a normas sociales y patrón general de desprecio y violación de los derechos de los otros.

— Patrón de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la afectividad. Impulsividad importante.

— Preocupación excesiva por el orden, el perfeccionismo y el control.

• Otros signos de alarma:

— Arrancarse los cabellos de forma persistente.

— Afición a los juegos con dinero.

— Comportamientos sexuales inadecuados (por la edad, el uso de la violencia, el riesgo).

— Deseos repetidos de ser o insistencia en que se es del otro sexo.

— Altos niveles de conflictividad familiar. Desestructuración familiar.

— Sospecha de malos tratos físicos o psicológicos.

— Sospecha de abusos sexuales.

En todo caso es necesario advertir que los signos y síntomas de alarma pueden tener una significación diferente en función de la frecuencia y del tiempo transcurrido desde su aparición. La información y el conocimiento de estos signos de alarma deben servir para mejorar la actuación de los adultos en general, y de los profesores y otros profesionales en particular. Este hecho nos parece de suma importancia.

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